La ciudadana británica de 67 años, Barbara Coombes, fue condenada a nueve años de carcel tras haberse declarado culpable de haber golpeado a su padre, de 87 años de edad, con una pala hasta matarlo.
El crimen fue cometido en Reddish, dentro del condado de Gran Mánchester, Reino Unido, en 2006, cuando la parricida tenía 51 años de edad.
De acuerdo a reportes del diario británico The Guardian, la agresora atacó a su padre una vez que encontró entre sus posesiones una serie de fotografías pornográficas en la que ella aparecía con otros menores cuando era niña.
El portal indica que las memorias reprimidas de la infancia de Coombes se dispararon y que fue así como ella comenzó a recordar las reiteradas ocasiones en las que su padre abusó de ella y la violó desde que cumplió seis años de edad.
Fue entonces cuando la agresora tomó una pala del jardín familiar y la usó para golpear el cráneo y el cuerpo del hombre antes de cortarle la garganta con la parte filosa de la herramienta para quitarle la vida.
“ESCLAVA SEXUAL
Durante su proceso judicial, Coombes señaló que su padre, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, la había tratado como una “esclava sexual” durante toda su vida.
Posteriormente, la agresora DIJO ante la corte que su progenitor pudo haber sido el padre de su primer hijo, David, que murió al poco tiempo de haber nacido.
Barbara Coombes se dio a la tarea de declarar también que el abuso continuó hasta que ella cumplió 50 años de edad y que por ello nunca llevó una vida normal con amigos, pasatiempos, trabajo estable o viajes fuera de su pueblo.